Bajo mi punto de vista, la mejor opción para conseguir que los niños se aficionen a la lectura es presentándosela como un juego o como una actividad divertida y amena. Los cuentos no solo pueden ser leídos por uno mismo sino que también pueden ser explicados, escuchados, inventados, visionados en pantalla de TV o incluso interpretados. A veces, una historia bien explicada por un adulto o por un Cuentacuentos puede ser el primer paso para que el niño se sienta atraído por otros cuentos y esté suficientemente motivado para leerlos.
Siguiendo con esta idea, creo que el teatro es una de las actividades más divertidas y motivadoras que puede haber relacionadas con la literatura. Llevar a los niños al teatro es algo que no suele hacerse habitualmente aunque es una actividad muy educativa que puede despertar en ellos la curiosidad y el interés por la literatura, sobretodo si se elige una buena obra adaptada al nivel educativo de los niños. Además, la lectura de obras de teatro infantiles nos da la posibilidad de mantener a los niños activos la mayor parte del tiempo, de manera que ellos se divierten y están motivados mientras leen o interpretan la obra.
Y hablando de teatro, me gustaría recomendar un par de obras muy divertidas, una dedicada muy especialmente a un público infantil y otra ( en catalán) dedicada ya a un público juvenil:
- La cabeza del dragón, de Ramón del Valle-Inclan. Es una obra de príncipes, princesas y dragones para niños a partir de los 9 años.
- El metge a garrotades, de Molière. Comedia en catalán que yo recomendaría a partir de los 12 años.